CPU: Qué es y para qué sirve

La Unidad de Procesamiento Central (CPU) es un componente muy importante de un ordenador, el cual se encarga de interceptar y ejecutar la mayor parte de los comandos del otro hardware y software del ordenador.

Diferentes dispositivos tecnológicos modernos acostumbran a utilizar una CPU, como es el caso de los ordenadores de escritorio y portátiles, tabletas, teléfonos inteligentes e incluso los Smart TV actuales.

Los fabricantes de CPU más populares para equipos de mesa, portátiles y servidores son Intel y AMD. En el caso de los Smartphones y Tablets, los fabricantes de CPU que destacan son Apple, NVIDIA y Qualcomm.

Existen diversos nombres que describen a la CPU, como es el caso de procesador, procesador de ordenador, microprocesador, procesador central, entre otros.

Acostumbran nombrar a los monitores de ordenadores o a los discos duros CPU, lo cual es completamente erróneo, ya que son equipos de hardware que poseen funciones completamente diferentes.

Cómo es una CPU y dónde se encuentra

Una CPU moderna acostumbra a tener un tamaño pequeño y de forma cuadrada, con conectores cortos, redondos y metálicos en su parte inferior. Algunas CPU acostumbran a tener pines en lugar de conectores metálicos.

La CPU se conecta directamente a una ranura de CPU en la placa base. Se inserta en el socket con sus conectores hacia abajo, y mediante una palanca o seguro se traba el CPU para que no se mueva de lugar.

Debido al uso frecuente una CPU puede llegar a tomar altas temperaturas, lo cual muchas veces limita su alcance, es por ello que es recomendado utilizar un disipador de calor y un ventilador exclusivo para el CPU para mejorar la ventilación de este componente.

Por lo general, este tipo de complementos vienen incluidos al comprar un CPU.

Existen otras opciones de enfriamiento de la CPU, como es el caso de kits de refrigeración por agua o unidadades de cambio de fase.

No todas las CPU acostumbran a tener clavijas en su parte inferior, pero las que sí tienen, las clavijas podrán ser dobladas fácilmente, es por ello que recomendamos tener cuidado al manipular un CPU, lo cual se hace al momento de la instalación de este componente.

Velocidad del reloj de la CPU

Se conoce como velocidad de reloj de un procesador a la cantidad de instrucciones que puede procesar en un segundo determinado, el cual se en cuentra medido en gigahertz (GHz). Por ejemplo, una CPU con una velocidad de 1 Hz puede procesar una pieza de instrucción por segundo. Por lo que una CPU con una velocidad de reloj de 3.0 GHz permitirá procesar 3 mil millones de instrucciones por segundo.

Núcleos de CPU

Algunos dispositivos tienen un procesador de un único núcleo, mientras que otros equipos pueden contener más de un núcleo. Como es evidente, tener dos o más procesadores que trabajan en conjunto permitirán administrar en simultáneo el doble de instrucciones, por lo que mejorará el drásticamente el rendimiento del dispositivo.

Algunas CPU permiten virtualizar dos núcleos por cada núcleo físico disponible, una técnica conocida como Hyper-Threading. La virtualización significa que una CPU con solo cuatro núcleos permitirá funcionar como si tuviera ocho, sumando los núcleos virutales adicionales. Los núcleos físicos acostumbran a tener un mejor funcionamiento que los núcleos virtuales.

Existen unidades de CPU que permiten utilizar multithreading, una función que permitirá a los usuarios de procesadores de un solo núcleo utilizar múltiples núcleos, los cuales pueden procesar más instrucciones a la vez.

También podemos hacer uso de determinados software que permiten añadir más núcleos virtuales al CPU, lo cual significa que podremos procesar más instrucciones en simultáneo.

Ejemplo: Intel Core i3 vs. i5 vs. i7

Existen algunas CPU más rápidas que otras, es por ello que a modo de ejemplo describiremos los diferentes modelos de los CPU más actuales de Intel. Los chips Intel Core i7 funcionan mejor que los chips i5, los cuales a su vez funcionan mejor que los chips i3.

La diferencia entre estos procesadores es compleja, aunque es fácil de entender para cualquier usuario que busca mayor información sin necesidad de entrar en detalles técnicos.

Los procesadores Intel Core i3 son procesadores de doble núcleo, mientras que los i5 y los i7 son procesadores de cuatro núcleos físicos.

Los chips i5 e i7 incluyen Turbo Boost, una característica particular que permiten que los procesadores aumenten su velocidad de reloj más allá de su velocidad base, como de 3,5 GHz a 3,5 GHz, siempre que lo necesite. Los chips Intel Core i3 no tienen esta capacidad. Los modelos de procesadores que terminan en «K» pueden ser overclockeados, lo que significa que esta velocidad adicional puede alcanzarse forzadamente, aunque podrá utilizarse todo el tiempo.

Los procesadores i3 con Hyper-Threading admiten solo cuatro subprocesos simultáneos, ya que son procesadores de doble núcleo. En cambio, los procesadores Intel Core i5 no son compatilbles con la función Hyper-Threading, por lo que podremos trabajar únicamente con los cuatro núcleos que contiene originalmente. Sin embargo, los procesadores Intel Core i7 soportan esta moderna tecnología, por lo que a pesar de ser de 4 núcleos, podremos procesar en 8 núcleos al mismo tiempo sin problema alguno.

Los dispositivos que no poseen un suministro continuo de energía, como son las Tablets o Smartphones, tienen procesadores diferentes a los ordenadores de escritorio. La CPU que contiene cada uno de estos equipos debe buscar el equilibrio entre su capacidad para gestionar procesos y su consumo de energía.

Más información sobre CPU

La velocidad de reloj y el número de núcleos no son los únicos factores que determinan que una CPU es mejor que otra, ya que también las diferencias se encuentran en el tipo de software que se ejecuta desde los dispositivos, como por ejemplo las aplicaciones que se utilizarán desde un ordenador.

Una CPU puede tener una velocidad de reloj relativamente baja, pero al tener cuatro núcleos es superior a otro procesador con mayor velocidad de reloj y dos núcleos.

Decidir entre una CPU u otra depende del uso que se le va a dar al dispositivo en cuestión.

Por ejemplo, un programa de edición de vídeo requerirá de una CPU que funcione mejor con múltiples núcleos a una CPU de un solo núcleo con altas velocidades de reloj. No todos los programas, aplicaciones o juegos permiten aprovechar al máximo los núcleos múltiples, por lo que existen escenarios en los que un procesador de este tipo no será de gran ayuda para mejorar el rendimiento del ordenador.

Otro componente importante de una CPU es su memoria de caché, que es un espacio temporal en el que los datos utilizados se almacenan. Este lugar también se conoce como Memoria de Acceso Aleatorio (RAM). La CPU determina qué datos se continuarán utilizando y los almacena en caché. La memoria de caché es más rápida que el uso de RAM, porque es un componente físico del procesador. Más caché significa más espacio para almacenar esta información.

Si un ordenador puede ejecutar un sistema operativo 32 o 64 bits dependerá del tamaño de las unidades de datos que la CPU pueda manejar. Un procesador de 64 bits permite acceder a más memoria y piezas más grandes que uno de 32 bits, por lo que los sistema operativos y aplicaciones exclusivas para 64 bits no pueden ejecutarse desde un procesador de 32 bits.

Podremos ver los detalles de nuestro CPU desde cualquier ordenador con la mayor parte de las herramientas gratuitas de información del sistema disponibles en cada sistema operativo.

Cada placa base solo admite un cierto rango de CPU, es por ello que siempre se recomienda consultar con el fabricante de la placa base antes de comprar un CPU determinado. Éste artículo se interioriza más en los diferentes problemas relacionados a CPU.


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“- Hey, Doc. No tenemos suficiente carretera para ir a 140/h km. - ¿Carretera? A donde vamos, no necesitaremos carreteras.”